Los agentes principales del Descubrimiento de América
fueron los reyes Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, quienes costearon y
respaldaron la hazaña y el navegante genovés Cristóbal Colón, quién concibió el
proyecto de navegar a la India por el oeste a través del Atlántico, cuya base
geográfica del proyecto se sustentaba en la creencia de la esfericidad de la
Tierra, sus conocimientos de los mapas del sabio Florentino Pablo Toscanelli y
la lectura de los viajes de Marco Polo.
El 17 de abril de 1492 se firmaron las Capitulaciones
de Santa Fe, “Partida de Nacimiento de América”, documento mediante la Corona
Española establece las bases y condiciones para la realización del viaje de
descubrimiento, conquista o colonización del determinado Territorio, ante una
persona natural o jurídica.
Con la firma de estas Capitulaciones, Colón obtuvo el
tratamiento de Don que lo llevaba a la condición de hidalgo; el título de
Almirante de las islas y tierras que descubriera, con carácter de perpetuo y
hereditario; en nombramiento de Virrey y Gobernador de dichas tierras, se le
reservó a Colón la décima parte de
cualquier tesoro y beneficios que resultasen de la empresa. A cambio se
comprometía a incorporar los territorios descubiertos al dominio de Castilla,
convertir a la fe católica a sus habitantes, entregar a la Corona las riquezas
conseguidas y se establecía también el derecho de España a comerciar con los
nuevos territorios.
Colón realizó cuatro travesías al nuevo continente
durante un período de doce años y llega a las zonas siguientes:
Primer viaje (1492-1493):
Colón partió del Puerto de Palos, el 3 de agosto de
1492, con tres naves: la Pinta, al mando de Martín Alonso Pinzón; la Niña, con
Vicente Yáñez Pinzón y la Santa María propiedad del cosmógrafo Juan de la Cosa,
dirigida por Colón. Llegó a la isla caribeña llamada Guanahaní (San Salvador),
recorrieron el archipiélago de las Bahamas y las islas de Cuba y Santo Domingo
(La Española).
Colón regresó a España con la noticia de haber
descubierto tierras en el océano. Llevó consigo oro, muestra de plantas y
animales desconocidos en Europa y varios indígenas capturados en las islas
descubiertas. Creyó haber llegado a Las Indias.
Segundo viaje (1493-1496):
Colón salió de Cádiz el 27 de septiembre de 1493,
descubrió las Antillas Mayores: Puerto Rico, Jamaica, Cuba y Santo Domingo (La
Española).
También las Antillas Menores: las islas de Dominica,
Guadalupe, Antigua e Islas Vírgenes. Este viaje representó un fracaso económico.
Tercer viaje (1498-1500):
Colón partió de San Lúcar de Barrameda, en Sevilla,
el 30 de mayo de 1498, desembocó en la isla de Trinidad, penetró por el Delta
del Orinoco y llega a Macuro, poblado indígena de la Península de Paria en
territorio continental de Venezuela. Recorrió las islas de Margarita y Cubagua,
donde descubre los placeres de perlas y sigue a Santo Domingo.
El tercer viaje es el más directamente ligado a la
historia de Venezuela, porque se dio el primer contacto de los europeos con las
tierras venezolanas en el oriente del país. Ese mismo año de 1498 el navegante
portugués Vasco de Gama dio la vuelta al África por el Cabo de Buena Esperanza
y descubrió al fin la ruta a la India, con lo cual se demostró definitivamente
que las tierras descubiertas por Colón no eran de Asia.
Cuarto viaje (1502-1504):
Colón salió de San Lúcar, el 11 de mayo, convencido
de que no era la India, llegó al Cabo de Honduras, Cuba, Costa Rica, Panamá y
Jamaica.
El reconocimiento del territorio venezolano fue
realizado en el tercer viaje de Colón en
1498 y completaron su recorrido por las costas orientales en años siguientes
por las expediciones de:
Alonso de Ojeda (1499-1502):
Primera expedición (1499), realizada por Alonso de
Ojeda, Juan de la Cosa y Américo Vespucio, recorrieron por primera vez todo el
litoral venezolana. Descubrió el Golfo de Venezuela y el Lago de Maracaibo,
luego recorrió la Península de la Guajira hasta Cabo de La Vela.
Pedro Alonso Niño (1499):
Su expedición llegó a mediados de 1499 al Golfo de Paria, desembocaron
en la Isla de Margarita y Cubagua, la importancia de esta expedición se
encuentra en la comercialización de perlas y sal. La riqueza salina no tuvo la
importancia requerida en un primer momento. La pesca de perlas le dio impulso a
los primeros centros poblados del oriente venezolano.
Vicente Yánez Pinzón (1499):
A finales de 1499, Pinzón fue el primer navegante español que cruzó la
línea ecuatorial; recorrió la costa oriental de Suramérica hasta la Península
de Paria; reconoció las bocas del Amazonas y del Orinoco y descubrió la isla de
Tobago. De regreso a España pasó por las Bahamas en busca de esclavos.
La penetración del territorio venezolano, se inicia a fines del siglo
XV y en la primera década del siglo XVI con el tercer viaje de Colón y
sucesivas exploraciones de las costas del oriente del país por parte de los
españoles fundando núcleos de población, sometían o relegaban a los indígenas
hacia la periferia y establecían instituciones políticas, económicas, sociales
y culturales propias de la metrópolis.
Fueron cuatro vías principales de penetración al territorio venezolano:
La primera por el oriente con los primeros núcleos de población:
Cubagua, Margarita, Orinoco; la segunda por el occidente con la fundación de
Coro y el Tocuyo; la tercera vía la conquista hacía el centro donde se funda
Caracas, Caraballera; y la cuarta vía la de Guayana. La fundación de pueblos y
ciudades sirvió de base para la ocupación del territorio venezolano y legalizar
el proceso de conquista.
Con el descubrimiento de las nuevas tierras americanas surgieron los
grandes imperios europeos de ultramar (que tienen colonias separadas de sus
metrópolis). España y Portugal se repartieron los territorios de América a
través del tratado de Tordesillas, firmado en 1494 por los reyes de estas dos
naciones, donde Portugal se hacía dueño de África y España sobre el continente
americano. Surgen instituciones políticas y administrativas que rigen la vida
social y económica de la colonias tales como: Adelantados, Gobernadores,
Audiencias, Virreyes, Capitanes Generales, Casa de Contrataciones de Sevilla,
Consejo Supremo de Indios.
Las riquezas de las naciones se basaban en la cantidad de oro o plata
que tuvieran; las tierras descubiertas proporcionaban metales preciosos y algunos
cultivos americanos como papa, maíz y tabaco. A cambio de ello, América recibió
semillas de frutos desconocidos como caña de azúcar, café y trigo. También la
ganadería, como la introducción de caballos, vacas y cerdos. Las potencias
europeas impusieron a sus colonias americanas un trato desigual y desventajoso:
mientras los imperios se enriquecían, las colonias sufrían pérdidas.
El enfrentamiento entre indígenas y españoles fue desigual. La guerra
de conquista condujo al aniquilamiento y devastación de las comunidades
indígenas. Se inicia el comercio de negros esclavos traídos del África para ser
utilizados como mano de obra en sustitución de la mano de obra indígena. Estos
fueron traídos a Venezuela a comienzos del siglo XVI para trabajar en Cubagua.
Las primeras introducciones las hicieron los Welser. Estos constituían el
sector más numeroso de la población negra, sus condiciones de vida y trabajo
eran inferiores aún a la de los indios. Las leyes no los protegían y eran
considerados propiedad privada de sus amos. La trata de negros fue prohibida
por la Junta Suprema que se constituyó en 1810, a raíz de la destrucción del
Capitán General Vicente Emparan. Pero la esclavitud de mantuvo en Venezuela
hasta el 23 de marzo de 1854, fecha en que quedó abolida por decreto del
Presidente de la República, General José Gregorio Mongas. La población indígena
de los pueblos de misiones estaba bajo el gobierno de los misioneros. Los
misioneros escogían entre los indios a algunos a quienes nombraban alcaldes y
jefes de policía, y por medio de ellos vigilaban y controlaban a los demás. Los
misioneros ponían especial interés en mantener aislados a los indios de las
misiones y los españoles civiles. Las propias autoridades civiles españolas
acusaban a los misioneros de ejercer tiranía sobre los indios, de enriquecerse
a sus expensas y de mantenerlos en la más completa ignorancia. La sociedad
colonial fue el resultado del mestizaje, es decir de la unión del indio, el
negro y el blanco. El mestizaje constituye un rasgo típico de la colonización
española, y a pesar de su intenso proceso, esa sociedad se dividió en clases y
castas, diferenciadas por su origen étnico, condición económica y posición
política. A través del tiempo el cruce entre diferentes etnias fueron dando
origen a diversas combinaciones, tales como: mestizos (blanco con indio);
mulatos (blanco con negro) y zambos (indio con negro). Con el tiempo estos
grupos desaparecieron las diferencias entre ellos, y su denominación fue
sustituida por el nombre de pardo, cuya condición se determinaba por la mayor o
menor cantidad de sangre negra que tuvieran los individuos. La posición social
y económica privilegiada de los blancos criollos (blancos nacidos en Venezuela)
los convirtió en el eje principal de los conflictos con otros grupos sociales
por considerarse herederos de los conquistadores y que tenían aspiraciones de
ejercer cargos de gobierno, de ejército y de la iglesia.
Los europeos trajeron su música, baile, literatura y sus creencias, que
al mezclarse con los de los indígenas y africanos dieron origen a un mestizaje
cultural. Se extiende el idioma castellano en la mayoría de las tierras
descubiertas, luego el portugués y más tarde el inglés. La religión católica se
convirtió en una institución universal. El folklore venezolano tiene elementos
del blanco, indio y negro. Se evidencia en la música, en los bailes y en la
toponimia presente en los nombres de las ciudades, ríos, estados, otros; de
raíz indígena como: Caracas, Barquisimeto, Los Teques, Maiquetía, El Tocuyo, Guanare,
Nirgua, Guatopo, otros. España organizó un sistema de gobierno que garantizaba
su dominio en el país y el aprovechamiento de sus recursos. En los primeros
años de período colonial, la música se redujo a los cantos religiosos. A partir
del siglo XVIII se da inicio a las lecciones de canto donde se forman músicos
de la talla de Juan José Landaeta, de Gloria al bravo pueblo convertido
posteriormente en el Himno Nacional.
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